Kaleshi apareció en el hueco de un muro del que no podía salir. No sabemos el tiempo que pasó allí, pero por suerte, un vecino la olló llorar y consiguió sacarla. Estaba muy asustada y con una grave infección en los ojos, además de desnutrida y plagadita de pulgas. Nuestra veterinaria la atendió en primera instancia y la remitió al oftalmólogo para conseguir salvar sus ojitos.

Después de mucho luchar con ella, hoy es súmamente feliz en su casa de adopción. Necesita tratamiento para las lesiones oculares que presenta y puede que incluso haya que intervenir quirúrgicamente, pero su adoptante no se echó atrás por eso. 

Vas a estar genial, Kaleshi!!