Esmeralda nació y se crió en la calle. Fue esterilizada el pasado año y soltada de nuevo en su colonia.

El pasado mes de abril, sufrió un golpe en su pata trasera derecha que le llevó a una fractura de fémur. Ahora ya operada y casi recuperada totalmente busca su hogar definitivo.

Es una gatita muy buena, le gustan los mimos, pero también es tímida puesto que la vida en la calle es muy dura. Está esterilizada, desparasitada y vacunada al día, además es negativa a inmuno y leucemia felinas.

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